- 1 kilo de harina
- 400 ml de leche
- 125 g de azúcar
- 50 ml de aceite de oliva suave
- 3 huevos
- 50 g de levadura fresca
- Ralladura de medio limón
- Aroma de vainilla
- 200 ml de agua
- 100 g azúcar moreno sin procesar
- La piel de media naranja
- 100g de miel
- 30 g de piñones tostados y molidos
- 50 g de nueces molidas
luego se le añade dos cucharas soperas de harina y se tapa con film transparente. Se deja a fermentar unos 15 minutos.
2. En un cuenco se echa la harina tamizada, se le hace un volcán en el centro y se le añaden los huevos, el azúcar, el aceite, la levadura fermentada,
el aroma de vainilla, la ralladura de limón
y se empieza a mezclar añadiendo poco a poco la leche calentita (35ºC)
se sigue mezclando hasta que se incorpora toda la harina. Si veis que queda pegajosa la masa podéis añadir un poco más de harina y seguir amasando. Sacar la masa en la mesa de trabajo espolvoreada con harina y seguir amasando unos minutos más hasta que queda elástica.
Yo he puesto el horno en modo de fermentación a 35ºC para 45 minutos o hasta que la masa dobla su tamaño. Si no tenéis esta función en vuestro horno dejar el cuenco en la temperatura ambiente tapado con unos paños limpios de cocina para que se guarde la temperatura en el interior.
5. Una vez pasado el tiempo de fermentación se prepara la mesa de trabajo echando unas gotas de aceite de oliva suave y se saca la masa del cuenco. Se va amasando un poquito y luego se va cortando trozos y darle la forma como se ve en la foto. Se forman tiras y luego de una punta se va enrollando por un lado y de la otra por otro lado haciendo una forma de 8. Según se van haciendo se van colocando en la bandeja del horno donde previamente se le pone papel vegetal. En la segunda bandeja les he dado otra forma. Se dejan unos 15 minutos a crecer dentro de la bandeja.
Si vosotros queréis preparar menos cantidad solo tenéis que usar la mitad de los ingredientes. Se dejan en el horno 25 minutos aproximadamente dependiendo de cada tipo de horno. Pasados los 20 minutos podéis hacer la prueba con el palillo, si sale seco ya están hechos.
Se dejan a descansar un par de minutos para que absorben bien el almíbar, luego se van pincelando con miel y al final se adorna con la mezcla de piñones y nueces.
Si no tenéis molidas las nueces y los piñones podéis hacerlo fácilmente con la ayuda de un rodillo de madera o con el robot de cocina. Yo los he hecho con el rodillo para quedarse con algunos trocitos. He dejado algunos sin adorno solo con el almíbar.
¡Hasta la próxima!
