Hago estos buñuelos de manzana cuando tengo un antojo de algo dulce y rápido. Son muy tiernos y esponjosos y la combinación de manzana y canela es extraordinariamente buena. Es un postre ideal para aquellos días que no tienes mucho tiempo para estar en la cocina. Suele gustar a toda la familia.
Ingredientes:
una manzana
un huevo
5 cucharadas de yogur
3 cucharadas de aceite
una pizca de sal
2 cucharadas de azúcar
una taza de harina
una cucharadita de levadura en polvo
una pizca de canela molida
cáscara rallada de medio limón
aceite para freír (alrededor de un vaso y medio)
para decoración:
2 cucharadas de azúcar
media cucharadita de canela molida
Modo de preparación:
Lavamos la manzana y pelamos. Luego la cortamos en rodajas para quitarle el espinazo. Cortar las rodajas de manzana en cubos pequeños. Reservamos la manzana y en un bol añadimos el huevo y lo batimos suavemente para homogeneizarlo. A continuación, ponemos encima el yogur, el aceite, el azúcar, la sal en polvo, la piel de limón rallada y la canela. Mezclamos todo muy bien. Agregamos la harina poco a poco mientras se mezcla con un tenedor. Tenía una taza llena de harina pero me han sobrado 2 cucharas. Por eso es bueno ir añadiendo la harina poco a poco, para que al final quede una masa un poco blanda. Dependiendo del tipo de harina utilizada y su humedad, es posible que te quede un poco de harina o utilices toda la taza.
La masa obtenida no debe ser muy espesa. Debe tener una consistencia suave y cremosa. Agregamos las manzanas encima y mezclamos.
Ponemos una sartén al fuego, añadimos suficiente aceite y dejamos que se caliente. Para probar la temperatura del aceite, agregamos un poco de masa a la sartén. Cuando el aceite empiece a chisporrotear a su alrededor, significa que podemos empezar a freír los buñuelos. Con la ayuda de 2 cucharaditas que pasamos primero por el aceite, tomamos porciones de la masa y las colocamos en la sartén. Los dejamos caer simplemente, sin darles forma alguna. Tomarán su forma mientras se fríen. Dejar durante unos 2 minutos a fuego moderado, luego volteamos hacia el otro lado. Dejamos otros 2 minutos o hasta que se vean dorados. Es importante mantener el fuego moderado para que los buñuelos no se doren demasiado rápido y queden crudos por dentro.
Luego se retiran en un plato con papel absorbente para reducir el exceso de aceite. Una ves fritos todos los buñuelos, los rebozamos en azúcar mezclada con canela molida y los colocamos en el plato donde se van a servir.
Estos buñuelos con manzana también pueden ser preparados por personas que normalmente no consumen azúcar blanco. Se puede sustituir por cualquier otro tipo de edulcorante. Yo usé azúcar de abedul (xilitol), pero puedes usar sacarina, stevia, etc. como edulcorante. Así todos podemos disfrutar de estos buñuelos suaves y esponjosos que simplemente se deshacen en la boca.