Cada vez que preparo estas donas suaves y esponjosas, recuerdo mi infancia. De esos domingos en que mi madre y mi abuela siempre nos preparaban algo dulce. Y la mayoría de las veces eran estas deliciosas donas. Se dice que el gusto es el que nunca se olvida y nos transporta al pasado, rememorando aquellos momentos en los que disfrutábamos con cariño de nuestra comida o postre favorito. Eso es exactamente lo que me pasa cuando disfruto de estas donas. El agradable aroma a limón y vainilla, la masa esponjosa y tierna, es una delicia. Espero que te guste la receta y la pruebes al menos una vez. Vale la pena el esfuerzo porque la recompensa es buenísima. Sobre todo porque la receta es muy fácil y prácticamente no requiere amasado.
Ingredientes:
500 g de harina de repostería
200 ml de leche – un vaso
2 cucharadas de azúcar
7 g de levadura seca o 15 g de levadura fresca
3 cucharadas de miel o azúcar
4 cucharadas de yogur-70 g
2 huevos
cáscara de limón rallada
una cucharada de esencia de vainilla
2-3 cucharadas de aceite
una pizca de sal
Aceite para freír
Modo de preparar:
Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente. Poner la leche tibia en un bol. Añadir el azúcar por encima y mezclar un poco para disolverlo. Agregar la levadura y mezclar para incorporar con la leche y el azúcar. Tapa el bol y deja que la levadura se active durante 10 minutos. En otro bol más grande, tamiza la harina y forma un hueco en el medio. Añade la levadura activada junto con la leche. Agrega miel o azúcar, yo usé miel pero se puede reemplazar muy bien por azúcar.
Mezcla un poco con un tenedor, luego agrega los 2 huevos que batiste un poco antes. Añade el yogur, la piel de limón rallada y la esencia de vainilla. En el borde de la harina, agregue una pizca de sal. Empieza a mezclar todos los ingredientes con la harina con un tenedor al principio. Mezcla de forma circular, incorporando ligeramente la harina. También puedes hacer este proceso con un procesador de alimentos. Pero si no lo tienes, es muy fácil hacerlo con un tenedor. Cuando ya no se pueda mezclar con el tenedor, apártalo y comienza a amasar a mano hasta que la harina se incorpore por completo. Cuando aún te queda un poco de harina en el bol, añade 2 cucharadas de aceite para ablandar la masa y sigue amasando. La masa obtenida es ligeramente pegajosa. Puedes añadir una cucharada de aceite para amasar un poco más. Forma una bola con la masa y úntala con un poco de aceite por encima. Tapa el recipiente con papel film y déjelo reposar durante aproximadamente una hora en un lugar calentito.
Pasada una hora, notarás que la masa ha triplicado su volumen. Es hora de sacarla del bol. Primero espolvorea un poco de harina sobre la mesa. Saca la masa sobre la mesa y espolvorea un poco de harina por encima. Ahora, con la ayuda de un rodillo, estira la masa en una hoja con un grosor de aproximadamente 1 cm.
Mientras extiendes la hoja de masa, puedes espolvorear más harina si se pega al rodillo. Una vez estirada la lámina, pasa un vaso de boca ancha por la harina y luego corta la masa para dar forma a las donas.
Amasar la masa que queda después de cortarlas y estirarla nuevamente para formar otras donas. Para poder trabajar más fácilmente, reserve la primera tanda de donas. Póngalas sobre una tabla de cortar donde fas espolvoreado un poco de harina antes. De esa manera también puedes estirar el resto de la masa sobre la mesa. Deja reposar las donas durante 30 minutos.
Agrega aceite a una sartén y deja que se caliente. No pongas demasiado porque las donas tienden a absorber más aceite. Además, no crecerán mucho durante la cocoión y no formarán esa linea blanca-dorada en el medio. Prueba el aceite con un palillo para ver si tiene la temperatura óptima para freír las donas. O con un trozo de masa. Cuando comiencen a aparecer burbujas a su alrededor, puedes comenzar a freír las donas.
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Sacude el exceso de harina de las donas y colócalas en la sartén con la parte inferior hacia arriba, para que crezcan muy bien durante la fritura. Dejar el fuego a moderado para que penetren en el interior. Si el fuego está demasiado alto, se dorarán rápidamente en la superficie pero permanecerán crudas por dentro. Cuando estén doradas por un lado, también puedes darles la vuelta por el otro lado.
Cuando estén listas, retíralas a un plato donde previamente hayas colocado las servilletas o el papel de cocina. Esto eliminará el exceso de aceite. Cuando se hayan enfriado un poco, puedes espolvorearlas con azúcar glas al gusto. Saboréalas con placer. Son tan tiernas y sabrosas que se derriten en la boca. ¡Buen apetito! Aqui puedes ver la receta video: