Este pastel de yogur es tan esponjoso y suave que crees que parece una nube. Y del sabor no os cuento, es una delicia. La textura esponjosa y ligeramente húmeda hace que te enamores de este pastel. La receta es muy fácil y con pocos ingredientes. Vale la pena intentarlo.
Ingredientes:
4 huevos
100 g de azúcar
350 g de yogur
50 g de harina
5 g de levadura en polvo
una pizca de sal
una cucharadita de esencia de vainilla
Modo de preparación:
Separa los huevos en 2 cuencos. Coloque las yemas en uno más grande. Reserva las claras y añadir el azúcar sobre las yemas y bate con unas varillas hasta que la mezcla se vuelva cremosa, blanquecina y doble su volumen. Con la batidora tardarás unos 3-4 minutos. Luego agregue el yogur y la esencia de vainilla y continúe mezclando por otros 2 minutos.
Encima de esta mezcla, agregue la harina mezclada con el polvo de hornear. Mezcla suavemente con la batidora apagada para que se incorpore un poco la harina, y luego bate a baja velocidad hasta que se incorpore por completo. Deja esta mezcla a un lado.
Ahora es el turno de las claras. Añade una pizca de sal por encima y bate con las varillas hasta que lleguen al punto de nieve. Cuando notes que se forman grumos en el vaso al levantar la batidora, o si la espuma se queda pegada a los ganchos de la batidora, deja de mezclar.
Empieza a añadir la clara montada sobre las yemas y mezcla suavemente con una espátula, con movimientos envolventes para no perder demasiado aire de la mezcla.
Al final, la mezcla del pastel de yogur debe quedar esponjosa y muy suave. Se coloca en una bandeja forrada con papel de horno y al final se pasa un palillo o un palito de brocheta por la mezcla, en forma de círculo de fuera hacia dentro.
Esto eliminará cualquier burbuja de aire. Yo he usado una molde redondo desmontable, con anillo con un diámetro de 20 cm. El papel de horno de los bordes debe estar unos 5 cm más alto que la forma porque el pastel crecerá mucho durante el horneado. Luego, cuando se enfríe, reducirá su volumen.
Se lleva el pastel al horno precalentado a 160ºC para unos 45-50 minutos. Pasados los 45 minutos se puede probar con un palillo, si sale limpio significa que el pastel está listo.
Cuando esté listo, apaga el horno y deja el pastel dentro con la puerta entreabierta otros 10 minutos. Luego puedes sacarlo y dejarlo enfriar en el molde. Notarás que el volumen durante el horneado no es el mismo que al final cuando el bizcocho se ha enfriado. Disminuirá porque no lleva mucha harina, pero queda muy esponjoso, cremoso y con una textura extraordinariamente suave. Y el sabor es genial. Os recomiendo también esta receta: https://jennyrecetasfaciles.com/bizcocho-tarta-de-manzana-y-nueces-receta-facil/