Las semillas de chia y sus beneficios

Las semillas de chía merecen ser denominadas un superalimento. Son una excelente fuente de fibra y antioxidantes, calcio, proteínas y ácidos grasos omega 3 (ácido alfa-linolénico) ALA, de origen vegetal.

Reducen los antojos y nos hacen sentirnos llenos más rápido, debido a que absorben 10 veces su peso en agua, formando un gel voluminoso que es el que produce la sensación de saciedad.

Cuando las semillas de chía se combinan con líquido (como agua, leche, zumo o yogur), forman un gel debido a la fibra soluble que contiene, lo que nos ayuda a sentirnos llenos por más tiempo y también a retrasar el aumento de azúcar en la sangre.
Sus antioxidantes ayudan a prevenir los daños de los radicales libres en tu cuerpo, el envejecimiento prematuro de la piel e inflamación de los tejidos.
El sabor de las semillas de chía es suave y agradable y se pueden usar en todo tipo de recetas, salsas, panes, postres, batidos. 

Es un alimento muy versátil y otra de las ventajas de un alimento tan concentrado en nutrientes es que su precio es más que razonable. Aunque pueda parecer caro comparado con otras semillas y frutos secos. El boca a boca es sin duda uno de los factores que han dado reciente popularidad a las semillas de chía y cada vez más personas en todo el mundo las han probado y las han incorporado a su dieta. 

Siempre hay que consumirlas después de dejarlas en remojo por lo menos 8 horas.
En un recipiente se echa un cuarto de taza de semillas y luego añadimos una taza llena de agua. Mezclamos bien y guardamos el recipiente en el frigorífico.
Se pueden consumir tal cual o añadidas en la leche del desayuno, en yogures o en zumos naturales. 
La dosis diaria será de unos 10 g de semillas que han estado en remojo.
Múltiples son sus beneficios pero siempre hay que tener en  cuenta una dieta saludable y el ejercicio físico por lo menos 4 veces por semana.
 

Deja un comentario