Las semillas de chía merecen ser denominadas un superalimento. Son una excelente fuente de fibra y antioxidantes, calcio, proteínas y ácidos grasos omega 3 (ácido alfa-linolénico) ALA, de origen vegetal.
Reducen los antojos y nos hacen sentirnos llenos más rápido, debido a que absorben 10 veces su peso en agua, formando un gel voluminoso que es el que produce la sensación de saciedad.
Cuando las semillas de chía se combinan con líquido (como agua, leche, zumo o yogur), forman un gel debido a la fibra soluble que contiene, lo que nos ayuda a sentirnos llenos por más tiempo y también a retrasar el aumento de azúcar en la sangre.
Sus antioxidantes ayudan a prevenir los daños de los radicales libres en tu cuerpo, el envejecimiento prematuro de la piel e inflamación de los tejidos. El sabor de las semillas de chía es suave y agradable y se pueden usar en todo tipo de recetas, salsas, panes, postres, batidos.
Es un alimento muy versátil y otra de las ventajas de un alimento tan concentrado en nutrientes es que su precio es más que razonable. Aunque pueda parecer caro comparado con otras semillas y frutos secos. El boca a boca es sin duda uno de los factores que han dado reciente popularidad a las semillas de chía y cada vez más personas en todo el mundo las han probado y las han incorporado a su dieta.
