El esparrago silvestre es un vegetal que crece en la zona mediterránea, sobre todo en España, Italia y el sur de Francia. Es muy tradicional ver a personas por el campo buscando espárragos para su consumo propio. Tiene muchas propiedades benéficas para nuestro organismo.
En mi casa es costumbre de ir al campo y recoger el espárrago en su temporada. Yo vivo en Extremadura, donde el esparrago crece a su ancha por el campo. Es una alegría de ir en busca de esta planta. A parte de que estás disfrutando de la naturaleza te traes a casa un buen puñado de espárragos. Siempre hay que proteger las manos con unos buenos guantes para recogerlo porque la planta de esparrago tiene muchos pinchos. Os voy a contar sobre los beneficios de esta maravillosa verdura.
Su aporte calórico tan solo es de 19 kcal por cada 100 g. consumidos, por lo que es un alimento hipocalórico. El 92% de su composición se basa en agua, y el nutriente presente en mayor cantidad es la proteína (de origen vegetal), que aporta 2,70 g. por cada 100 g. de espárragos.
Sobre sus características nutricionales podemos destacar su elevado contenido en vitamina B9. Una vitamina hidrosoluble, presente en muchos vegetales que interviene en la formación de proteínas estructurales y hemoglobina.
Debido a su elevado contenido en potasio y su baja cantidad en sodio nos indica que es un alimento diurético. Por ese motivo, cuando consumimos espárragos vamos con mayor frecuencia al baño. Por lo que es beneficioso para nuestros riñones e hígado.
Se pueden preparar platos deliciosos con espárrago. Lo podemos hacer con arroz, a la plancha con un poco de aceite de oliva y sal, acompañar platos de carne o pescado, en tortilla o en sopas. Y cuando está fuera de temporada lo podemos consumir en conserva. Yo tengo mi receta propia de hacerlo en casa, ya que cuando traemos mucha cantidad del campo lo conservamos.
Simplemente preparamos unos botes de cristal con su tapa correspondiente, antes los esterilizamos para conservar bien los alimentos. Luego cortamos solo la parte tierna de cada esparrago y lo introducimos en el bote. Se corta a la medida del bote que tenemos. Yo he usado botes de 800 ml de capacidad. Una vez que lo hemos rellenado con esparrago añadimos en cada bote media cucharadita de sal y dos cucharadas soperas de zumo de limón. Este es un conservante natural por naturaleza. Luego llenamos con agua cada bote y cerramos bien. Colocamos los botes en una cacerola que le hemos puesto al fondo un paño de cocina y después añadimos agua.
El agua tiene que cubrir los botes hasta la mitad o un poco más. Ponemos la cacerola con los botes al fuego y los vamos a cocer a «baño maria» durante 20 minutos desde el momento que el agua rompe a hervir. Muy importante que el fuego esté a moderado. Después de 20 minutos se apaga el fuego y se dejan los botes dentro del agua que enfríen. Luego se pueden colocar en la despensa, donde tenemos las conservas. Conservado el esparrago de esta forma puede durar dos años sin problemas. Una vez abierto un bote si no se consume todo el contenido se tiene que guardar en el frigorífico. Espero que os guste esta forma de conservar el esparrago silvestre.