La tarta de queso al horno que os propongo es muy fácil de hacer. Resulta cremosa y con un sabor buenísimo. Es ideal como postre para cualquier ocasión. Además que es una receta fácil y rápida. Si vas a probar un trozo de esta tarta seguro vas a querer repetir. Así que vamos a ver como se hace.
Ingredientes:
5 huevos separados
3 cuartos de vaso de azúcar – 130-150 g
una pizca de sal
4 cucharadas de harina – 50 g
5 cucharadas colmadas de queso crema tipo philadelphia – 150 g
250 g de requesón fresco
2 puñados de pasas hidratadas y escurridas
Elaboración:
Separan los huevos, las claras de las yemas. Sobre las yemas añade la pizca de sal y luego empieza a batir con unas varillas manuales o eléctricas. Mientras, empieza a añadir la mitad del azúcar y sigue batiendo hasta que las yemas van a blanquear. Cuando las yemas han blanqueado añade el queso crema, el queso fresco bien desmenuzado y la esencia de vainilla. Sigue batiendo hasta que el queso esté bien incorporado. Luego tamiza sobre esta mezcla la harina e incorpórala batiendo a velocidad baja. La mezcla con las yemas está lista y se puede apartar de momento.
Las claras se van a batir con el resto de azúcar hasta que llegan al punto de nieve. Cuando las claras están montadas añade de poco a poco sobre la mezcla con las yemas. Mezcla con una espátula para incorporar las claras. Hazlo con movimientos envolventes desde abajo para arriba para no perder mucho del aire que se ha introducido en las claras.
Cuando se ha obtenido una mezcla homogénea para la tarta de queso de modo opcional puedes añadir dos puñados de pasas hidratadas. Antes de añadirlas en la mezcla hay que secarlas con unas servilletas. Guardar algunas pasas para la decoración. Vierte la mezcla para tarta en un molde desmontable (con anillo), forrado con papel de horno. Por encima de la mezcla pon el resto de pasas de modo uniforme.
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Lleva la tarta al horno precalentado a 170ºC – 338ºF para 50-55 minutos aproximadamente. O hasta que se ve dorada por encima. Pasado este tiempo apaga el horno y deja la tarta de queso dentro con la puerta entre abierta para otros 15 minutos. Luego puedes sacarla y dejarla que se enfrié a temperatura ambiente. Mientras que se vaya enfriando la tarta va a bajar de volumen, pero es normal ya que no lleva polvo para hornear. Una vez haya enfriado sácala del molde y con cuidado quítale el papel de horno. Coloca la tarta en el plato donde la vas a servir. Opcional puedes espolvorear por encima un poco de azúcar glas. La puedes guardar en frigorífico para un par de horas para que se enfrié bien. Luego ya puedes disfrutar de un buen trozo de esta deliciosa tarta de queso.
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